La pesca de truchas en el lago, con su incuestionable encanto, atrae cada día y en diferentes épocas del año a entusiastas, pero también a agonistas a las que les encanta probar una de las más variadas y divertidas técnicas de pesca.
De hecho, como sabemos, el equipo a utilizar para esta técnica puede variar dependiendo del tipo de sistema de pesca que se quiera implementar. Vidrios, bombarda y flotador de pluma son algunas de las estrellas de esta técnica, infalible para la captura de truchas, ya sean bombardas hundidas, semi hundidas o de superficie.
En este caso, vamos a entrar en lo que son dos estrategias diferentes, pescar con una bombarda de 20 gramos, ideal para pescar en aguas medias o profundas, y con un final de dos metros de longitud, utilizando los dos cebos utilizados en la competición, ya que son naturales: la lombriz de tierra y la polilla.
Es bueno saber que en este caso el anzuelado de la doble polilla no es difícil de lograr, pero requiere cierto cuidado.
Empezamos perforando la polilla por debajo de la cabeza de lado a lado, haciéndola hacer un medio giro y recuperándola justo por debajo de la cabeza, colocando la polilla entre el anzuelo y el hilo. La otra polilla, por otro lado, debe ser perforada bajo la cabeza y perforada por la mitad. El efecto final será un anzuelado con un movimiento particularmente natural y extremadamente cautivador para el ojo de la trucha.
El anzuelado de la lombriz, por otro lado, requiere un paso inicial muy preciso. De hecho, es necesario pasar primero el gusano a través de la arena para no deslizarlo y tener un mayor agarre sobre él y luego activarlo en la cola para una mejor rotación.
El montaje que se puede utilizar en estas situaciones es muy sencillo. Se trata de una bombarda con un cuerpo de EVA de alta resistencia, un protector de nudo de goma para proteger el nudo del emerillón de lo que será el impacto del plomo del lastre de la bombarda, luego el triple emerillón para aliviar las torceduras que se crean durante la recuperación y finalmente el terminal.
El triple emerillón, como todos sabemos, es una de las partes fundamentales del montaje, ya que garantiza ese movimiento rotatorio a lo largo de la captura, ya que es bueno saber que la rotación de la polilla o lombriz de tierra es de fundamental importancia en esta técnica de pesca.
Pocas precauciones para un montaje eficaz y extremadamente sencillo.