En ciertas situaciones, un conservante que puede extender la vida de algunos de nuestros cebos puede ser útil.
La idea de utilizar un conservante líquido para prolongar la vida de algunos de nuestros cebos o engodos, obtenidos a partir de una mezcla de ingredientes 100% naturales, nos llegó con la atención puesta en los residuos "alimentarios" que afectan a muchos pescadores al final de una competición o de una sesión de pesca normal.
¿Cuántas veces tenemos que amasar varios kilos de engodo y llegar al final de la pesca con todavía "muchas cosas" no utilizadas en el cubo? Lo mismo puede decirse del maíz y del cáñamo.
Todos estos alimentos, considerados húmedos, sufren un rápido deterioro debido a la propia humedad, luz y calor, por lo que todo lo que avanza debe ser desechado porque es inutilizable en la próxima salida.
Echando un vistazo a los accesorios de nuestros amigos pescadores de carpas, aprendimos la importancia de utilizar una pequeña dosis de conservante natural dentro de la masa para las legendarias bolas que, una vez cocidas, sirven para alargar la vida de estos cebos.
Nuestra idea de probar este milagroso líquido en los cebos húmedos que utilizamos habitualmente fue repentina, aunque seguida de muchas dudas. En el primer análisis pensamos que los boilies se sometieron a un proceso de cocción que no afectaba ni al engodo ni a los granos típicos de la pesca al toque.
En segundo lugar, también consideramos que los boilies, precisamente porque están cocidos, contienen un porcentaje muy bajo de humedad que les ayuda a no deteriorarse tan fácilmente.
Los primeros experimentos
A pesar de las dudas, la curiosidad se ha apoderado tanto que no nos hemos resistido a hacer algunas pruebas tanto sobre el efecto que los "conservadores de cebos" tenían en contacto con el engodo como con los granos. Lo más fácil era añadir varias dosis de conservante a los engodos ya húmedos y mixtos, listos para pescar, con la esperanza de poder mantener constante la acidez de los alimentos durante al menos dos o tres días.
Los primeros resultados no fueron muy satisfactorios, así como los relativos a la conservación del maíz y el cáñamo. A pesar de las primeras decepciones, queríamos seguir probando soluciones diferentes, con la esperanza de poder encontrar la panacea de todos los males.
Después de varios intentos encontramos la solución para el mantenimiento de los engodos y para la conservación del maíz y el cáñamo.
Preservar el bait y los engodos
Si prestamos atención al olor de los engodos húmedos, podemos comprender fácilmente lo delicado que es y lo propenso que es a la ranciedad. Entrando en más detalle, sólo hay que oler la masa inmediatamente después de humedecida y luego la misma después de siete u ocho horas. Después de tan poco tiempo, especialmente durante los períodos de calor y si el engodo utilizado es rico en sustancias grasas, se puede percibir claramente un cambio en el aroma que emana.
Esto debe hacernos comprender hasta qué punto las harinas tienden a agriarse, lo que resulta menos atractivo e incluso perjudicial para los peces. En este punto, gracias a una pequeña adición de conservante al engodo, es posible prolongar el tiempo de uso, pudiendo llevar a casa una dosis avanzada durante la pesca, logrando reutilizarla para la sesión del día siguiente.
Cómo actuar
Para que el conservador de bait funcione bien, es imprescindible utilizar de 7 a 8 mililitros por cada kilogramo de engodo o, mejor dicho, por cada litro de agua que se empleará posteriormente para humedecer las harinas.
Primero hay que mezclarlo con el agua y luego, gracias a una estufa, hervir el líquido. Cuando el agua se enfríe, estará lista para mojar la harina. Este procedimiento nos obliga a "preparar" el agua al menos unas horas antes de ir a pescar o, incluso, el día anterior.
Hervir el líquido permite que el agua se esterilice, alargando el tiempo de acidificación del engodo, así como poner en acción el conservante que, en la segunda ocasión, también actuará directamente sobre las grasas de las harinas.
A pesar de todo, sin embargo, hay que decir que un engodo húmedo, aunque esté protegido por el conservante, nunca tiene una vida larga. En verano, puede durar dos o tres días en excelentes condiciones, siempre que el pescado que regresa a casa de la captura se coloque en un ambiente fresco, mejor aún si está en la nevera y en un recipiente bajo y ancho que facilite la respiración de la masa, sin ninguna tapa que facilite la fermentación.
Lógicamente se puede aprovechar el engodo así tratado si tenemos la oportunidad de ir a pescar durante dos o tres días consecutivos, evitando todo el esfuerzo si después de un domingo dedicado a nuestro deporte nos vemos obligados a pasar una semana para volver.
Algunos pescadores están acostumbrados a mantener los engodos avanzados y húmedos de forma tradicional, es decir, sin conservantes, llevándolos a casa y congelándolos. Este sistema puede ser aún más eficaz si se utiliza el conservador de bait, evitando la congelación de una mezcla que, en el momento de la congelación, ya está parcialmente deteriorada por el calor sufrido durante todo el día de pesca o durante el transporte en coche.
La importancia de las bases naturales
Al examinar un poco de "conservadores de bait" hay que destacar su composición totalmente natural, es decir, totalmente compatible con la dieta de cualquier ser vivo, sin añadidos químicos que, además de perjudicar a los peces, puedan disgustarlos y hacer que se alejen del cebo tratado.
Además, el "conservador de bait" garantiza una perfecta conservación de los cebos tratados sin alterar su sabor y aroma. Todo esto es esencial para aprovechar al máximo el potencial de cada nutriente, pero también la estimulación del gusto y el olfato que nuestras llamadas producen en el sistema sensorial de los peces.
Hablemos de los granos
Es con los granos que el "conservador de bait" ofrece el máximo rendimiento y expresa las mejores ventajas para los pescadores de toque. Hemos tratado tanto el cáñamo como el maíz y hemos encontrado una manera fabulosa de prolongar la vida de los granos y ahorrar mucho dinero.
Además de todo esto hemos aumentado el atractivo del maíz con algunos trucos que explicaremos en el siguiente artículo siempre dedicado al "cnservador de bait" pero, sobre todo, a la elaboración del maíz para potenciar su aroma y sabor.
Independientemente de esto, es necesario prever que este tipo de alimentos, si se tratan adecuadamente, a diferencia de los engodos, pueden permanecer inalterados durante mucho tiempo, pudiendo comprar envases de productos incluso muy abundantes (como tarros grandes de cáñamo de 700 gramos y más que son difíciles de utilizar plenamente durante una sola sesión de pesca). De esta forma será suficiente dividir el producto en varias partes, obteniendo pequeñas porciones para reducir al máximo los residuos y ahorrar los costes de cada sesión de pesca.