Las líneas Corona se fabrican con una larga serie de perdigones de plomo. Su forma especial, en la que el peso de hasta 12 gramos no se concentra, sino que se distribuye en una larga sección de la línea, ofrece la ventaja de reducir en gran medida la probabilidad de encallar en el fondo, al tiempo que se mantiene extremadamente suave al descender entre piedras u obstáculos. El color del carrete de línea puede variar según la disponibilidad.